La Sostenibilidad de hoy y del futuro
Foto: onegreenplanet.org
LA RESPONSABILIDAD DE LAS EMPRESAS
Beatriz Corredor (Redeia), nos situó con unos datos muy positivos:
“el 65% de la energía a día de hoy proviene de fuentes renovables y su eficacia es casi plena (98%)”
E insistió en la responsabilidad de las empresas como agentes de cambio, en el cambio de paradigma que supone ir más allá de la cuenta de resultados, poniendo foco en las personas y aplicando un enfoque creativo y sensible en la búsqueda de soluciones positivas, a través de alianzas estratégicas, también con el sector público.
“Se pueden estandarizar los procesos, la estructura... pero no se pueden estandarizar las soluciones”.
Una asignatura pendiente si tenemos en cuenta la percepción declarada de la ciudadanía en el estudio presentado: “El consumidor sostenible del 2034 en España “ que mira a las empresas como principales responsables del cambio climático:
El 57% cree que las empresas son las principales responsables del cambioclimático
DISRUPCIÓN TECNOLÓGICA
Pedro Fresco (AVAESEN), trajo la disrupción tecnológica como el motor de la sostenibilidad y desmintió con rotundidad que la energía no puede ser a la vez segura, limpia y barata. “Sí lo es, y ya es posible”. La descarbonización de la energía es ya una realidad posible, porque ya existen las tecnologías desarrolladas (bombas de calor, almacenamiento térmico… etc.)
“La descarbonización sucederá, el reto es la velocidad”
Las decisiones de raíz social y las regulaciones e incentivos a nivel político son el detonante para acelerar la transición y Europa debe subirse a la carrera ya iniciada y actualmente liderada por China (que no tendrá que esperar a 2030 para alcanzar sus objetivos de descarbonización) y USA que quiere competir directamente para liderar la transformación del estándar tecnológico.
Según datos del informe, para la ciudadanía, la mayor responsabilidad para acelerar la transición ecológica recae principalmente en los gobiernos (57%), responsabilidad que hoy día parece estar suspendiendo ya que “un 59% cree que los gobiernos no están dando los pasos adecuados en la lucha contra el cambio climático”.
La descarbonización va a ser la nueva realidad. “El cambio es imparable”, nos decía Pedro Fresno, y aunque hay riesgos ante posibles cambios políticos que amenazan con la desaceleración, la tendencia es clara y las nuevas y necesarias disrupciones tecnológicas que están por llegar, cuando sean competitivas serán una realidad y terminaba con una pregunta clave y directa (bueno, dos):
“¿Por qué, no vamos más deprisa? ¿Cómo podemos ir más rápido?
POLARIZACIÓN SOCIAL
Aquí me paro, ante la clara y llamativa polarización de las ideas en cuanto a favor del crecimiento vs. el decrecimiento:
El 33% serían decrecentistas, y son aquellos más preocupados por la sostenibilidad y claramente escorados a edades más mayores: generaciones Baby Boomers y X ), mientras que el 34% serían crecentistas (sobre todo Millenials y Z), mientras que el tercio restante se declara neutral.
Y es que, curiosamente, los Millenials, rompen el patrón generacional y son los más conscientes del impacto directo del cambio climático en sus vidas (63.2% vs. 54% Total), pero los que menos prioridad le dan, anteponiendo otros problemas con influencia más directa en sus vidas como son el acceso a la vivienda, la calidad del empleo o los problemas políticos. Por el contrario, los nacidos a principios de los 2000 (Gez Z) son los más preocupados.
¿Cómo responderán los Alfa? (quiero pensar que su nivel de concienciación y compromiso colectivo será aún mayor…)
¿Cómo avanzará la preocupación e implicación de la población más joven actualmente en el futuro?
HOY PARA MAÑANA
David Pérez (Cabify), nos contó su misión de transformar las ciudades y su objetivo de hacerlo con 0 emisiones en 2025, cómo apoyándose en disrupciones tecnológicas como la IA están logrando reducir de manera considerable los km hechos y por tanto su huella, de la importancia de las ayudas de las instituciones para impulsar el cambio y de las alianzas estratégicas para favorecer el acceso a más personas.
¿Cómo serán las ciudades en 10 años, cuando nuestros niños de hoy se muevan por ellas?
¿Realmente habremos cambiado nuestros hábitos?
¿Notaremos un descenso del parque de coches privados?
¿Usaremos más el transporte público como declaramos hoy?
¿Moveremos personas y cosas de manera más eficiente y más sostenible?
¿Llenaremos nuestra cesta de la compra priorizando el menor impacto medioambiental?
Un 80% declara que minimizará los envases de un solo uso, el 77% que elegirá productos de cercanía y el 72% eligirá las marcas más sostenibles.
UN RETO TRANSVERSAL Y SISTÉMICO
Vale, esto en ¿las ciudades, pero ¿qué pasa en el entorno rural?
Oscar Fernandez (Pascual) sacó este tema. Relevante, ya hemos visto el nivel de tensión que existe en el campo y que ha derivado en medidas pro-cambio climático menos exigentes para mitigar la crisis…
Un 24% siente que no cuenta con buena información respecto de la actual situación del cambio climático
El “green washing”, comentamos, tampoco ha ayudado.
La apuesta pasa por un “true green”, por medidas transversales y sistémicas, como apuntaba Marta Grasa (Aldi) , por ayudar a la ciudadanía, a los clientes, a tomar mejores decisiones, decisiones informadas, siendo agentes responsables del cambio, desde el ejemplo y con honestidad y transparencia, pero también, escuchando a y solucionando, ayudando a transformar la industria, entre todos los agentes, rompiendo barreras y aportando soluciones beneficiosas para la colectividad.
Apostando. Invirtiendo. Sensibilizando. Comunicando y Accionando.
Y para ello la responsabilidad debe ser compartida, transversal, incluyendo la sostenibilidad y en su sentido más amplio, -incluyendo la parte social y de gobernanza- como fuente de generación de resultados, llevando la transformación a todas las capas, a todos los empleados e innovando en las alianzas (Marta Aisa, Banco Santander).
De fondo, me vais a permitir, subyace para mi un cambio de estilo de liderazgo, un liderazgo femenido que rompe con esquemas anteriores sustentados en la rentabilidad del corto plazo y que persigue impactar de manera positiva en las personas y en el planeta. Y es que somos las mujeres las que mostramos una creciente mayor preocupación por la crisis climática:
La preocupación crece en el último año y más entre ellas: 54% Mujeres vs. 44% Hombres.
¿Seremos capaces de reducir ese 10% que niega la relevancia de la crisis medioambiental?
El 12,6% opina que no está de acuerdo en que el clima de la tierra se está transformando de forma acelerada y un 12.6% no está deacuerdo en que detrás esté la mano del hombre.
¿Y del 50% que niega la urgencia de implementar soluciones?
Y, porque no es lo mismo cambiar aspectos arraigados que empeoran nuestra experiencia, que sustituir uno por otro sin echar nada de menos, ni que notar un efecto positivo de manera directa en pro de conductas más maduras en términos de sostenibilidad:
¿Qué rol y qué papel asumirán las marcas en sus respectivos sectores?
¿Qué estrategias y planes pondrán en marcha las organizaciones para diseñar experiencias de uso y consumo sostenibles, teniendo en cuenta el nivel de impacto directo en las personas?
¿Las medidas llegarán a tiempo? ¿Serán sufientes?
¿Y cómo responderemos la ciudadanía?
¿Cuanto pesará el interés colectivo frente al individual?
Hoy está claro que más que propietarios todos somos inversores. La deuda es la que nos une, pero es una deuda secuestrada. Unos viven en ella, otros mueren a causa de ella. No es lo que nos debemos unos a otros en nuestra vida común, en nuestra finitud y continuidad, sino la deuda que cada uno ha contraído con el todo, la hipoteca global, el nuevo universalismo.
Marina Garcés. Un mundo común. Primera Parte. El problema del nosotros. El contrato social. Ficción calculada, 31.
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Post del evento: ImpactDay by Neture Impact. Junio 2024
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